sábado, 26 de marzo de 2016

PRESENCIA ANGELICAL

Anochecía y la luz de la luna alumbraba con todo su esplendor. En el jardín un ave nocturna extendía sus alas y emprendía vuelo en la oscuridad. En la casa, una niña, a los píes de su cama, oraba. Imploraba la presencia de los ángeles y se entregaba a ellos. Al rato,  afuera, la luna seguía alumbrando y el ave seguía volando, pero la niña, asomada  a la ventana, solo podía apreciar la luz inmensa que resplandecía y las alas doradas que se extendían abrazando su casa y su corazón.
Elizabeth Marín

2 comentarios:

  1. ” La energía “.

    Cierro
    un círculo con
    la serpiente del amor.

    Las
    estrellas se detienen y
    quedan sólo la luna y el sol.

    Y se llena de luz
    el espacio, con la energía
    que vibra, en tu bendito corazón.

    Amor y gratitud

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